¿Sin tiempo para meditar?
CONÉCTATE.
5 Alternativas sin sentarte, ni cerrar los ojos.
Sentarte en silencio, observar los pensamientos, conectar con la respiración, con las sensaciones que perciben tus sentidos, rodeado de un ambiente armónico, es un escenario ideal para meditar. Seamos honestos, crear este escenario o destinar un buen rato a sentarse en quietud y soledad se vuelve difícil de incluir en las ajetreadas rutinas que exige la vida moderna.
Se habla mucho de los beneficios de la meditación, aliviar el estrés, mejorar la concentración, la memoria, en general se percibe como una actividad que mejora la sensación de bienestar con uno mismo y con la vida en general. La meditación pretende conectarnos con el presente, conectarte contigo tomar consciencia, mantener el mindfullness, que básicamente es prestar atención y estar conscientes de lo que sucede aquí y ahora.
Es cierto que nada reemplaza por completo el dedicar un momento del día a esta silenciosa e intima reflexión personal, pero también creemos que es una de muchas formas que tenemos como humanos para crear un vínculo mas profundo con nuestro ser espiritual.
Practicas alternativas
Es una forma de guardar silencio. Puede convertirse en una práctica de observación, prestar tus oídos es una manera de abrir tu corazón. Es detener el tren de tus pensamientos, dejarlos pasar enfocando tu atención al mensaje que la otra persona quiere hacerte llegar. Escucharnos parecería una cosa común, pero te has dado cuenta de cuantas veces alguien te esta hablando y estas tentado a tomar tu celular "mientras escuchas".
Escuchar con la intención de entender, empatizar y realmente conectar con otra persona sin juzgarla es invaluable, ¿Recuerdas algún momento de estar con algún amigo y prestarse mutuamente esta atención? Es multiplicar la alegría y dividir la tristeza si se hace con cariño y autenticidad.
2. Compartir
Esta alternativa esta vinculada a la anterior. Es expresarte, compartir lo que sientes, lo que piensas desde la consciencia y la honestidad. También nos referimos a compartir tu tiempo, que en el fondo es lo único que realmente tenemos. Todo se nos va a acabar, incluso el tiempo de vida sobre esta tierra.
3. Baila, escribe, dibuja
Saca tu lado artístico. Deja que tu alma se de vuelo expresándose a través de cualquier arte. Sentarte a escribir es un acto que invita a la reflexión y la introspección, puedes ser una actividad catártica o puede permitirte plasmar sobre el papel asuntos delicados que quizá no puedes ni siquiera hablar. Si lo tuyo son mas bien los colores, toma tu cuaderno o tu lienzo y dibuja enfocándote solo en eso. Aun si no dibujas puedes tomar tus colores o comprarte un paquete que te recuerde a tu infancia para sentarte a colorear. Al colorear la mente integra ambos hemisferios distribuyendo la actividad cerebral haciendo que te relajes.
También puedes hacer algo todavía mas sencillo, cantar tu canción favorita o poner música y dejarte llevar por el ritmo. Según Gueshe Michael Roach, el baile es la máxima meditación, cuando tu cuerpo solo busca soltarse y dejar que el ritmo te haga vibrar hasta los huesos.
4. Romper esquemas
Cambia tu rutina, desayuna algo que no comerías normalmente, visita un lugar nuevo cerca de tu casa, escucha música que normalmente descartas e inclusive que no te guste. Estas actividades pueden servirte para soltar las identificaciones pre-existentes, romper creencias y cambiar tu mente. Con el tiempo nos vamos haciendo de ideas, gustos, preferencias y nos identificamos con YO SOY esto, esto y esto, ME GUSTAN las cosas así y así, cuando algo se sale de control o de lo que debería de ser según "nuestra mente" entonces enloquecemos. Sucede entonces que nuestra mente, esa poderosa y gran herramienta con la que fuimos dotados, se vuelve en contra nuestra y se siente dueña del show, nuestras creencias se hacen rígidas y cortamos la comunicación con el exterior, haciendo caso solo a lo que nuestra cabeza dicta. No te dejes.
5. Abre bien los ojos
Observa tu entorno. Sobre todo cuando realices una actividad tan cotidiana como caminar a la tienda de la esquina por cigarros, perdón, por leche. Al asistir a la comida familiar solo por compromiso, al estar esperando el transporte público cuando sales de trabajar, bajo la regadera en la mañana sumergido en tus pensamientos y preocupaciones, así de simple: ABRE BIEN LOS OJOS. Salte del cuadro por unos instantes y piensa en todo lo que tuvo que suceder para que llegaras a este momento. Todas las variables que tuvieron que coincidir, todas las personas que se conocieron en el momento preciso para que tú estés con vida aquí, ahora. Y no solo tu. Que todos los que te rodean tienen una historia, han tenido sus batallas, también sus victorias mas grandes o mas pequeñas es mera percepción, tienen anhelos, preocupaciones, disfrutarían enormemente de alguien que los escuche, solo por compartir, seres que reaccionarían ante una sonrisa sincera, de auténtica conexión humana.
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