Error: hacerles la vida fácil a tus hijos.

No me queda claro en que momento se inició la tendencia de hacerle la vida "mas fácil" a nuestros hijos. Viene a mi mente la imagen de las familias de hace un siglo que traían hijos al mundo por dos razones: una, no existía control de la natalidad como ahora y dos, para que les ayudaran a trabajar.

En menos de un siglo, las cosas han cambiado, radicalmente.

Diría que de unos 20 años a la fecha nuestra sociedad ha cobijado la idea de los "derechos de los niños" abanderando un número de preceptos que empoderan a los niños de facultades individuales, no me malinterpreten, me parece fascinante tratar a los niños como personas solo creo que hemos exagerado. En el intento de subsanar nuestros traumas infantiles es común que permitamos que los niños hagan todo lo que quieran para que ellos si crezcan con libertad Y con el mayor número de comodidades posibles, como si ésto midiera nuestro éxito como padres. 

En ese afán, hemos creado una plataforma social para facilitarles la vida. A ellos y también a nosotros porque es mas facil soltarles la tecnología - bien saben a que me refiero -  para entretenerlos...  

¿No aprendemos mas de las dificultades? Los tiempos difíciles sacan a relucir nuestros peores defectos pero también nuestras mejores habilidades. 

Enfrentar problemas nos prepara para lo que la vida es en realidad. La vida es un reto constante, es tomar decisiones, es comprometerse a lo acordado, es pulir las cualidades que te hacen único, es encontrar tus talentos, es que tus acciones demuestren a que le das valor. 

Necesitamos empezar a hacer algo, ya. 

1. No les quites la oportunidad de esforzarse. 

Acompáñalos pero no lo hagas por ellos. Desde levantar su ropa, guardar sus juguetes, no importa la edad, desde bebé se empieza, no le pases las cosas si esta haciendo berrinche para obtenerlo, no siempre le facilites alcanzar los objetos si esta empezando a gatear o caminar. 

2. Respeta los acuerdos. 

No importa la edad. El acuerdo empieza contigo, con tu pareja.  Aunque tengas un bebé si ya tomaste una decisión de cuando es la hora de dormi o que alimentos le quieres dar, respeta tu palabra. Con niños mas grandes que ya dialogan es lo mismo, estos seres están bajo tu cuidado y responsabilidad hasta que ellos puedan elegir por ellos mismos.

Definan de antemano que es lo negociable, lo importante es empezar porque tú tengas claro cuales son esos acuerdos y bajo que circunstancias pueden modificarse. 

3. Permite que otros adultos los corrijan. 

Con la frase "lo que diga tu mama" parecería que ella es la única que tiene poder coercitivo sobre el niño. Los niños crecen con la idea que solo tienen que obedecer a mama/papá, sabiendo que de vez en cuando a los papas tampoco los obedecen. Si queremos evitar adolescentes descontrolados hay que empezar desde niños. 

4. No les des todo lo que pidan. 

Lo resumiré en una frase: tolerancia a la frustración. La vida da y la vida quita, así se completan los ciclos. No es mala onda, ni buena onda, a veces pasa que queremos ser buena onda con nuestros hijos por demostrarles nuestro cariño pero hay que ser realistas, enfrentarlos dosificadamente a la realidad y la verdad es que lo que queremos no siempre concuerda con lo que tenemos. 

Cuando estes en una situación difícil, sal de ahí, cambia de habitación, o de lugar respira, no le des cuerda a discusiones absurdas y cuando haya calma enfóquense en darle un twist a las cosas que sí hay, reinventa, imagina e improvisa, ser papás es parte de eso.

5. Realicen actividades para practicar la paciencia. 

Desde quedarse en silencio un par de minutos observando un paisaje, la clásica petición de abuelita de "separar los frijoles del arroz", cuidar o regar las plantas, o cualquier momento donde tengan que esperar tómalo como una oportunidad para practicar la paciencia. Nunca te arrepentirás de inculcarles esta virtud. 

Al final, de todos modos ellos se quejarán de tí. Piensa en aquellas cosas que quieres que recuerden cuando estén como tú, siendo padres, así como ahora probablemente tu sientas que suenas a tus papás.