El placer de amar, solo porque sí.
Y las consecuencias que trae.
El amor es expansión, es poder vital, es una de las que mas nos hacen sentir llenos de vida y propósito. Nos permite sacar lo mejor de nosotros, renunciar al egocentrismo, soltar la razón para dibujarnos una sonrisa especial que ilumina nuestra expresión.
Por amor no me refiero a la atracción entre dos enamorados. Ni siquiera al instinto natural de las madres hacia sus hijos. Me refiero a la capacidad humana de dejar las fibras sensibles al aire. De abrirnos a percibir a las demás personas desde esa sensibilidad y relacionarnos con el corazón.
5 cosas que pueden pasarte
1. Encuentros amorosos
Uno puede tener encuentros amorosos practicamente todo el tiempo. Al pensar que el amor no se reduce a nuestra pareja, amigos o hijos, cualquier encuentro con otro ser puede resultar amoroso. Haz el siguiente expermento: en tu próxima visita a cualquier comercio, entra y pon tu mirada en la chica que te atiende como si fuera tu mejor amiga, ¿cambiaría tu expresión, cambiarían tus palabras o la forma en que te diriges a ella? O que tal si vas al supermercado y sin pensarlo te topas con uno de los amores de tu vida, ese cachorrito en adopción al que no le puedes quitar los ojos y llamó tu atención desde lejos.
2. Cambiando paradigmas
Esto significa que tu fuente de amor no se enfoca en una persona o un grupo selecto (que ademàs esperas que cumpla con las caracterìsticas que tu deseas). De repente descubres que esa fuente de amor, ¡Eres tú! Y la puedes llevar contigo a todas partes. Cambias el enfoque, no buscas llenar un vacío con una pareja, trabajo, fiestas o hijos. Disfrutas el intercambio emocional de las interacciones que vas encontrando en tu camino, sin importar si te traen carcajadas, lágrimas o corajes. Encuentras la satisfacción de pasar largas horas conversando con una amiga, escuchando las aventuras de tus primos en una comida familiar y hasta gozas de confesar una intimidad a alguien que acabas de conocer. Esto no solo aplica a las personas, también puede ser que te vuelcas apasionadamente por un nuevo hobbie, tu trabajo o por participar en algún proyecto de ayuda social.
3. Relaciones significativas
Al dejar de relacionarte desde la falta o la necesidad la perspectiva cambia. Tu pareja no es la persona que te hará feliz, es aquella que esta presente cuando estas feliz y triste, enojada, frustrada, deprimida... Dejas de condicionar el comportamiento de otras personas para poder amarlas, es decir, ya no te importa que tu mamá siga haciendo aquello que te hace enojar, lo sueltas. Le das la libertad de hacer lo que le venga en gana, porque tu amor hacia ella será el mismo. Así con tus amigos, tus jefes, tus compañeros de trabajo inclusive aquellos cuyo comportamiento te parece completamente irracional, admites que hay cosas que no van a cambiar, sin que ello demerite tu capacidad de aceptar, perdonar y moverte a lo que sigue. Esto incluye aquel chico del que llevas enamorada años y no te pela como tu quisieras. Si vas a quererlo, aceptalo tal como es, sin tratar de poseerlo ni controlarlo o quítate de ahí y deja que la energìa fluya.
4. Eleva tu energía
Caroline Myss en su libro Anatomía del Espíritu describe a Anahata - el chakra del corazón- como el punto central del poder dentro del sistema energético humano, la puerta simbólica de accesso al mundo interno.
La energía de éste chakra establece al amor como el único poder auténtico. No solo la mente y el espíritu lo necesitan para sobrevivir, crecer y prosperar; el cupero físico también. Cuando éste canal se cierra o la energía se estanca, ni el dinero, ni el poder nos permiten estar en paz, coartando el movimiento energético con la alta probabilidad de terminar enfermos. Por el contrario, cuando la energía ingresa por oleadas admitiendo el vaivén emocional, concedemos al alma la fuerza para reconciliar las inclinaciones conflictivas, brindar compasión, perdón, armonía y belleza. Estas cualidades son conocidas en la cábala como el Tiferet
5. Intensidad emocional
No todo es miel sobre hojuelas. Relacionarnos desde el amor con otras personas significa también llorar mas, reír mas, enojarnos mas subir el tono emocional un poquito mas. Aunque en un sentido divino las tradiciones nos hablan de nuestra esencia como un amor puro, mientras vivamos en esta configuración humana nuestra forma de interactuar es mucho mas sofisticada llena de creencias, prejuicios y conductas aceptadas o tachadas por la sociedad, no actuamos con la libertad que talvez el corazón quisiera. Es decir, la mente y la cultura intervienen mucho mas en cómo nos relacionamos. Si por momentos hacemos a un lado estos parámetros y nos permitimos ser vulnerables a los demás descubriremos un lugar interno que siente, responde, experimenta y sobretodo que VIVE.
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