Las 5 cosas que el yoga ha hecho por mi
El yoga llego a mi vida por accidente. Literal. Pise un hoyo cubierto con pasto en uno de los largos paseos que solía dar con Sócrates, mi mastín napolitano. El resultado, un esguince severo en el talón de Aquiles que cambió mi vida activa a una sedentaria que conllevó las secuelas de no hacer nada. Física, emocional y espiritualmente me sentía estancada.
Después de un tiempo tomé la decisión de entrar a un club deportivo donde habían clases de yoga y aunque la clase no atraía mi atención, una compañera insistió mucho para que entrase a la clase, desde que salí de ahí lo primero que pensé fue "han sido los mejores 50 minutos de mi vida, quiero tener esto para todo lo que me resta en el planeta". Mi talón sanó, mi vida se ha ido transformando y deseo fervientemente aprender mucho más. Seguí y sigo con la clara determinación de alcanzar mis metas y la más importante practicar yoga todo el tiempo posible.
Mi búsqueda me llevo a conocer personas que con todo el cariño me han abierto las puertas de su casa, su tiempo, sus ganas de transmitir y compartir sus amplios conocimientos. Agradezco al universo que nos ponga a las personas precisas en el momento justo en que estamos listos para crecer. Podría mencionar más de 30 cosas que el yoga ha hecho por mí, pero nombraré las más significativas en 5 pilares,las llamo pilares porque es lo que quiero que sustente mi vida :).
1.- PAZ. El yoga me da tanta paz,que he dejado de preguntarme los porqués cuando paso por situaciones difíciles, ahora me pregunto para que me servirán las experiencias dolorosas, cual es la finalidad de esos momentos y procuro quedarme con una enseñanza constructiva.
2.- FELICIDAD. Practicar me provoca tanta felicidad que ahora canto más y lloro menos, río más y peleo menos, disfruto más las pequeñas cosas del día a día, sin perder la objetividad de los cambios necesarios que hay que hacer para mejorar.
3.- PACIENCIA. Me ha dado tanta paciencia y tolerancia que en el estrés del día a día ya no me voy con el resto de las multitudes y las emociones negativas que emergen por estar atrapados en el tráfico, por las malas caras de las cajeras del banco o personas malhumoradas en el supermercado. Fluyo en mi bienestar, me observo con tranquilidad enfrenando estas situaciones, es cómo estar en un mood diferente, con calma y comprensión.
4.- EQUILIBRIO. He entrado en un proceso complicado de equilibrio con mi cuerpo, es cómo si lucháramos en contra todo el tiempo, mi cuerpo y yo, pero en la práctica somos uno sólo, nos fusionamos de una forma increíble, las prácticas son cada vez más silenciosas y placenteras, la mente se aquieta, el cuerpo se calienta, la respiración crece, todo ocurre en un mismo instante. El tiempo se detiene y sólo se vive el presente.
5.- AMOR. El yoga me ha enamorado para siempre, me ha hecho amar profundamente aspectos de mí misma. A través de cada asana, de cada obstáculo superado, a través del dolor físico, del descanso y la liberación posterior a una práctica, me ha hecho tener una comunión tan intensa con mi ser que me hace confiar en el universo y sentir que todo, TODO es alcanzable si se da de corazón. Un maestro dijo en una conferencia "Haz y confía que todo se te dará en el tiempo perfecto" Ahora con las prácticas en solitario que he emprendido, entendí lo que significan estas palabras.
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