Stardust - Wonders of the Universe / We really are stars

Este video me pareció realmente asombroso ya que, por más que tenga conocimientos acerca de cómo surgió el planeta, de cómo funciona en general la naturaleza, los planetas, las galaxias, estrellas y demás, en realidad no tenía idea de que todo lo que somos proviene en realidad de las estrellas.  Todos los elementos que existen en nuestro planeta y, por ende, en cada uno de los seres vivos e inertes es gracias a la vida y muerte de cada una de ellas.  Increíble que, estando a tantos miles de años luz (o hasta más), todo lo que se forma durante millones y hasta billones de años, al momento de morir (explotar), logra llegar hasta tan lejos y dar vida.  Bien dice el video que, para que una estrella nazca, otra más tiene que morir y es curioso cómo hasta en eso nos parecemos a las estrellas.  No nada más existimos por ellas sino que tenemos el mismo proceso: nacemos, crecemos, evolucinamos, brillamos teniendo en algún momento de nuestras vidas nuestro mayor esplendor, y después, poco a poco nos vamos apagando hasta morir y dar lugar al renacimiento (para quienes creemos en eso) o simplemente para dar espacio a que alguien más nazca. Y todo lo que fuimos en algún momento, todos nuestros elementos -de la misma forma en que lo hacen las estrellas- regresan de nuevo a la tierra, a la naturaleza, creando un ciclo en el que recibes y das, y al dar ayudas a que surjan otros seres o simplemente eres parte del proceso para que el planeta y todos quienes la habitan puedan subsistir.

Puede sonar raro pero creo que el proceso que tienen las estrellas podría aplicarse un poco -o mucho- a la práctica de yoga. ¿A qué me refiero con ésto? Las estrellas son una nebulosa de elementos que están flotando y, conforme pasa el tiempo dichos elementos se van comprimiendo gracias a la fuerza de gravedad que posee en su interior. El calor que se genera en el núcleo va aumentando con el paso de los años hasta que en determinado momento es tanto el calor, que se genera primero una implosión seguida de una explosión, muriendo así la estrella y dando paso a su vez a la creación de nuevas estrellas.  Pues bien, de la misma forma creo que funcionan nuestros cuerpos y más durante una práctica de yoga.  Si hacemos como una analogía, a mi me parece que nuestros cuerpos antes de comenzar la práctica, serían como la nebulosa en donde están todos los elementos dentro de nuestro cuerpo pero están dispersos.  Conforme uno comienza a respirar, el calor corporal comienza a aumentar y los músculos y elementos de nuestro cuerpo se empiezan a compactar para poder realizar las posturas o ejercicios.  Y no nada más se compacta el cuerpo a nivel externo sino también interno.  Todos, o muchos, de los elementos internos se combinan y se comprimen para poder ejecutar cada movimiento (frecuencia cardíaca, células, hormonas como el hipotálamo para regular nuestra temperatura, niveles de glucosa, etc) y así vamos fluyendo en nuestra práctica.  Para mi la implosión puede ser cuando trabajas en posturas que te están costando mucho trabajo y estás como en un proceso de introversión y la explosión sería cuando finalmente logras concentrar toda la energía y todos los elementos necesarios consiguiendo dicha postura que no te salía.  Es un poco como alcanzar la meta o el objetivo.  Y a lo mejor, como las estrellas, tu mayor brillo o resplandor se da en este momento o mientras estás trabajándolo (implosión).   Sé que suena un poco fumado pero me parece que algo así ocurre durante la práctica cuando estallas en las posturas y al mismo tiempo que está tu núcleo sosteniéndote, hay energía y elementos que estás liberando y que están ayudando a otros a fluir... de alguna manera estás impactando positivamente a los demás.

Me encantaría cerrar con una frase que dicen en el video y que me encantó: "Cuando miramos al espacio nos miramos a nosotros mismos porque nosotros somos hijos de las estrellas"

Me encantó esta frase porque, aparte de que realmente somos hijos de las estrellas, me encanta la idea de saber que los humanos somos tan grandes, majestuosos y brillantes como cada una de las estrellas en el cielo.