By Laiyla Yoga on Jueves, 13 Agosto 2015
Category: Filosofía

Que no te intimiden: TIPS para principiantes


"Mantén siempre, la mente de principiante"

Ser principiante en la práctica de YOGA es una de las mejores cosas que pueden sucederte. Tu cuerpo desconoce los movimientos y entra en un proceso de despertar sensorial, las posturas comienzan a irrigar la sangre a partes del cuerpo que no sabías que existían o no las registrabas bajo el radar. Esto también significa nuevos dolores e incomodidades, con la probable molestia de sacar a la luz viejas lesiones o el surgimiento de tus miedos.

Lo único que te hará avanzar en la práctica es la práctica en si misma. No hay gran ciencia en ello. Si buscas ir a clase para encontrar un poco de paz mental, para hacerte mas fuerte, mas flexible, se consciente de ello y al mismo tiempo descubre lo que esta disciplina puede ofrecerte. Aun si vas por acompañar a alguna amiga o porque esta lleno de mujeres y querías ir a ligar, enfócate en tí, descubre poco a poco otros niveles de tu ser. 


1. Piensa que es una gran herramienta. 

No tienes que convertirte en un yogi experto, ni pretender alcanzar la iluminación.  Comienza por acercarte a la técnica y aprender los términos (el lenguaje yogui) como una forma de entender el cuerpo y la mente. Esta práctica ofrece beneficios a todos, sin importar si ya eres un atleta consagrado, un adulto mayor o una persona totalmente sedentaria. Estirarse y respirar hace bien por igual.  

2. No seas principiante mas de lo necesario. 

Imaginate que empiezas un nuevo trabajo y permanecieras como "el nuevo" por mas de un año. Lo mismo sucede en la práctica, si practicas con regularidad -de una a dos veces por semana- verás que al cabo de 5, 10 o 15 clases tu cuerpo empieza  a reconocer ciertos movimentos, a realizarlos con mayor seguridad y destreza. Dependiendo de tus habilidades físicas pudiera ser que pronto estés listo para intentar posturas consideradas intermedias /  avanzadas.  No te rindas, ese parado de cabeza puede llegar mas rápido de lo que crees.                   

3. No dejes que las cosas que "no puedes" sean un impedimento. 
Es muy común que al ir a clase compartas el espacio con personas que ya tienen tiempo practicando. Mas frecuente aún que te impresiones por algunas de las cosas que hacen, en vez de quedarte parado viendo como si fuese un show, intenta a tu nivel las cosas básicas, para esto puede orientarte el instructor. Entre las cosas mas comunes que necesitarás trabajar al inicio es la fuerza y la flexibilidad. Dale chance a tu cuerpo. Cada paso vale la pena ser andado. Uno de los objetivos principales es aprender a escuchar tu cuerpo no doblarlo como pretzel.

4. Aprovecha la fase de descubrimiento.   

 Deja que el impulso de la novedad de sus frutos. Concede a tu cuerpo el experimentar nuevas sensaciones, las de bienestar y las incomodas también. En los inicios el cuerpo suelta mucha tensión, la oxigenación celular es percibida rápidamente haciendo mas intensa la práctica. Hay una frase que repiten muchos maestros y es "manten siempre la mente de principiante" haciendo referencia a esa actitud de apertura y novedad con la que vives tus primeras clases, que desafortunadamente se pierde con el tiempo, cuando ya sabes que sigue, la clase te aburre, quieres mas reto y crees que ya te la sabes.  Explota esta etapa de revelación y encuentro personal. 


5. Infórmate. 

No tengas miedo de preguntar. Cuando uno asiste a clase, pareciera que todo mundo entiende a la perfección de que se trata. Podemos apostarte que no, muchas personas solo asisten y se dejan llevar por las instrucciones. Algunas prestan mas atención y pronto reconocen el lenguaje y las palabras utilizadas, otras profundizan buscando libros, consultando revistas, blogs o videos. Inclusive comienzan una práctica personal en casa. El ritmo y la profundidad que desees darle a la práctica depende de tí. Anímate a ir mas alla y encontrarás que Yoga es mucho mas que ser flexible y relajarse. 

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