By Ana De las Casas on Viernes, 03 Abril 2020
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LA RESPIRACION FUERA Y DENTRO DEL TAPETE

Podríamos definir a la respiración como un proceso biológico esencial y propio de los seres vivos, cuyo objetivo es mantenernos vivos. Inhalar aire para consumir oxígeno y exhalar para expulsar dióxido de carbono.Un proceso que diariamente se lleva acabo de manera automática. En la actualidad, nuestro día a día nos lleva a vivir un ritmo acelerado, y es así como respiramos, aceleradamente. Utilizamos únicamente un tercio de nuestra capacidad pulmonar y lo hacemos sin darnos cuenta. Este automatismo, junto a la escasez de oxígeno, tiene efectos negativos tanto a nivel físico como mental y emocional. Sin embargo, la respiración es la única función fisiológica que podemos realizar de forma inconsciente y CONSCIENTE. Es decir, que podemos llegar a controlar.

En Yoga, la respiración es una acción que se origina en lo más profundo del ser humano y hacerlo consciente es fundamental para lograr un estado de relajación completo. El aire es la energía vital, la vía primaria por donde fluye el prana.

Quien haya tomado alguna clase de yoga, le sonará familiar el objetivo de integración de cuerpo, mente y espíritu. Y he aquí la importancia de la respiración, pues es el primer paso para lograrlo.
Ser consciente de tu respiración te ayuda a estar presente en él aquí y él ahora, a encontrar el equilibrio y control sobre tus pensamientos, a ir eliminando poco a poco miedos, frustraciones y ansiedades que están en tu subconsciente y que no te permiten avanzar o evolucionar espiritualmente.

En el campo físico, la respiración también sirve para mejorar la oxigenación de los tejidos y para acelerar el flujo sanguíneo, en la práctica, es indispensable para desarrollo de las posturas ya que todas las asanas van acompañadas de una respiración profunda.

La inspiración dentro del tapete nos llena de energía y hace posible la fortaleza, la voluntad y los ritmos ágiles, es un pequeño impulso que nos ayuda a lograr movimientos como descargas leves de energía y fuerza; la exhalación es la estabilización en la postura, el control y la libertad del cuerpo, nos limpia y hace posible la relajación y la entrega total.

Dentro del yoga existen ejercicios de pranayama, que es la regulación de la energía vital, y el beneficio de practicarlos es aprender la manera correcta de respirar; lenta y profundamente. Algunos tipos relevantes de pranayama son el Nadi Sodhana, Ujjayi, Kapalabhati, Bhastrika y Bhramari y cada uno tiene diferentes efectos en tu cuerpo.

Si analizáramos bien nuestra respiración durante la práctica, podríamos notar que la respiración se acorta y se acelera al entrar en posiciones incómodas.Lo mismo sucede fuera del tapete, en la vida cotidiana y situaciones ordinarias. Cuando nos encontramos bajo estrés, enojo, exaltación, tristeza o cualquier emoción de baja vibración, nuestra respiración cambia y comenzamos a sentir malestar o reaccionamos impulsivamente, pero si en esos momentos tomamos conciencia de nuestra respiración y logramos controlarla, la mente se tranquiliza, se consigue balance y por lo tanto una mejor reacción y toma de decisiones.

Es importante tener conocimiento de tres principios básicos y fundamentales sobre la respiración: el primero, tu ritmo de respiración y el estado de tu mente son inseparables; el segundo, cuanto más lento el ritmo de la respiración, más control que tienes sobre tu mente; tercero, la mente sigue a la respiración, y el cuerpo sigue a la mente.
En conclusión, cuando controlas conscientemente tu ritmo respiratorio, puedes controlar tu estado de ánimo, por lo que sí se diera la importancia a lo que vemos como algo natural y automático como la respiración, probablemente habría gente mucho más sana y relajada.

Si nunca haz practicado la respiración consciente y quieres empezar, te recomiendo un ejercicio sencillo de cinco a diez minutos al día, que puedes hacer en postura sentada o acostada en un lugar tranquilo y cómodo.
Relaja los músculos detectando aquellas zonas de tu cuerpo que experimentan tensión y a continuación, comienza a inhalar y exhalar profundamente, dejando que la exhalación dure un poco más que la inhalación. Puedes contar mentalmente primero hasta cuatro al inhalar y al exhalar contar hasta seis, puedes ir aumentando el tiempo conforme te vayas sintiendo o a través de tus pulsaciones para guiarte.
Recuerda llenar y vaciar los pulmones por completo, llevando el aire hasta tu abdomen y comprobando cómo tu estómago sube y baja.

La respiración es lo primero que hiciste al venir a este mundo y con tu última respiración la vida física terminará. Que mejor que desprenderte con una inhalación larga y una exhalación lenta y liberadora. 

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